miércoles, 9 de noviembre de 2011

Comentario Cochino

Rafael Poleo en su minicolumna de hoy miércoles “Corto y Profundo”, publicada en el diario El Nuevo País, ha hecho referencia a las declaraciones emitidas en relación con la disponibilidad de pernil navideño. Con su acostumbrada visión crítica (a todo gobierno, porque que yo recuerde Poleo no se ha llevado bien con ningún gobierno), anota como hoy se trata de vender como un "logro" el que habrá cochino para Diciembre, cuando, dada precisamente su condición de alimento tradicional venezolano para la navidad, siempre hubo y siempre debería haber disponibilidad de tal producto.

Hasta ahí, me parece bien la crítica. Después de todo, si el pernil es el plato tradicional navideño, ello se debe precisamente a que no ha sido nunca extraño ni escaso tal animal en Venezuela. Y es obvio que no solo hay escasez de perniles, sino de un gran número de productos que forman parte de nuestra dieta acostumbrada (leche, aceite, mantequilla, café, etc.), aún cuando el Presidente del Indepabis se empeñe en declarar que tal escasez no existe y que se trata solo de una "sensación" generada por los medios de comunicación. En fin, que el Gobierno Nacional se empeñe en mostrar como un logro lo que debería ser completamente normal, creo que es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos.

Lamentablemente, eso que yo llamo la "trampa prestacional" ha dado origen a esto. Y me explico: desde hace muchos años hay quienes se han dado a pensar que el gobierno es algo así como un conserje y que su labor se limita básica y preferentemente a proporcionar buenos servicios.

Así, hemos escuchado hasta el cansancio a algunos "brillantes" opinólogos que afirman que un gobierno es malo porque las calles están sucias, o porque el aseo no funciona, o porque no hay luz, porque no alcanzan a entender que en realidad es exactamente lo contrario: no hay luz o las calles están sucias o el aseo no funciona porque el gobierno es malo. Eso me ha hecho tratar de explicar (aunque la verdad es que creo que sin resultado alguno) que pensar de esta forma nos lleva necesariamente a tener que aceptar que si Esteban (por un acto de magia advierto, porque está mas que demostrada su incompetencia para lograrlo por los medios humanos) construye sus 2 millones de casitas o resuelve el problema eléctrico o limpia las calles o logra que cese la escasez de ciertos productos, se transformará entonces en un "buen gobernante" y no podremos seguir oponiéndonos a su manera tan "particular" de ejercer el gobierno y de entender la democracia.

Pero volviendo al "Corto y Profundo" de Poleo, lo que me parece inaceptable, lo que me parece desconsiderado para con todos, lo que me parece particularmente ofensivo es que en el mismo afirme lo siguiente: "... la Venezuela de Chávez no produce mas que delincuentes". Después de mas de 12 años haciendo oposición al gobierno de Hugo, creo haberme ganado el derecho a protestar por una afirmación tan ofensiva y grosera.

Esa generalización la rechazo, porque en esta Venezuela de Chávez también se están produciendo excelentes seres humanos, en esta Venezuela de Chávez también hay un sinnúmero de hombres y mujeres que se empeñan en construir una sociedad mejor y trabajan a brazo partido, a pesar de todos los obstáculos que impone un gobierno empeñado en hacer suya una visión inviable y fracasada de pensamiento político.

En esta Venezuela de Chávez ha nacido una generación de venezolanos que no son "delincuentes" como pretende el señor Poleo, sino que por el contrario, han tenido que afrontar la necesidad de estudiar, prepararse y construir su futuro con enorme esfuerzo. Y aún dentro de quienes siguen al errado modo de pensar de Esteban, hay una enorme y cuantiosa cantidad de venezolanos que no son "delincuentes" sino hombres honrados que merecen respeto.

No es Venezuela la que produce "delincuentes" como erradamente parece pensarlo el señor Poleo desde la comodidad de su sillón mayamero.

El desatino de tal generalización, me hizo recordar aquel viejo chiste del hombre que viajaba en un avión y para tratar de sacar conversación al vecino le preguntó de donde venía, respondiendo éste que venía de Cabimas. Ante la respuesta, el viajero, de manera totalmente imprudente, expresó: "Cabimas es un pueblo horrible. Ahí solo hay prostitutas y peloteros" y luego preguntó nuevamente: ¿y que hacías tu en Cabimas? a lo que el otro respondió: "yo soy de Cabimas y estaba visitando a  mi mamá, que es de allá y vive allá" por lo que dándose cuenta del error cometido y para tratar de enmendar la metida de pata, el primero, rapidamente retrucó: "cónchale vale, y dime ¿que posición juega la vieja?".

Lo malo es que Poleo no nos deja posibilidad alguna, no nos da opciones, no nos permite salirnos de su condena, no podemos ser peloteros o cualquier otra cosa. Según su particular visión, solo podemos ser delincuentes. ¿Será el sol de Miami que lo afectó?

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