Rafael Poleo en su minicolumna de hoy miércoles “Corto y Profundo”,
publicada en el diario El Nuevo País, ha hecho referencia a las
declaraciones emitidas en relación con la disponibilidad de pernil
navideño. Con su acostumbrada visión crítica (a todo gobierno, porque
que yo recuerde Poleo no se ha llevado bien con ningún gobierno), anota
como hoy se trata de vender como un "logro" el que habrá cochino para
Diciembre, cuando, dada precisamente su condición de alimento
tradicional venezolano para la navidad, siempre hubo y siempre debería
haber disponibilidad de tal producto.
Hasta ahí, me parece
bien la crítica. Después de todo, si el pernil es el plato tradicional
navideño, ello se debe precisamente a que no ha sido nunca extraño ni
escaso tal animal en Venezuela. Y es obvio que no solo hay escasez de
perniles, sino de un gran número de productos que forman parte de
nuestra dieta acostumbrada (leche, aceite, mantequilla, café, etc.), aún
cuando el Presidente del Indepabis se empeñe en declarar que tal
escasez no existe y que se trata solo de una "sensación" generada por
los medios de comunicación. En fin, que el Gobierno Nacional se empeñe
en mostrar como un logro lo que debería ser completamente normal, creo
que es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos.
Lamentablemente,
eso que yo llamo la "trampa prestacional" ha dado origen a esto. Y me
explico: desde hace muchos años hay quienes se han dado a pensar que el
gobierno es algo así como un conserje y que su labor se limita básica y preferentemente a
proporcionar buenos servicios.
Así, hemos escuchado hasta el cansancio a algunos "brillantes"
opinólogos que afirman que un gobierno es malo porque las calles están
sucias, o porque el aseo no funciona, o porque no hay luz, porque no
alcanzan a entender que en realidad es exactamente lo contrario: no hay
luz o las calles están sucias o el aseo no funciona porque el gobierno
es malo. Eso me ha hecho tratar de explicar (aunque la verdad es que
creo que sin resultado alguno) que pensar de esta forma nos lleva
necesariamente a tener que aceptar que si Esteban (por un acto de magia
advierto, porque está mas que demostrada su incompetencia para lograrlo
por los medios humanos) construye sus 2 millones de casitas o resuelve
el problema eléctrico o limpia las calles o logra que cese la escasez de
ciertos productos, se transformará entonces en un "buen gobernante" y
no podremos seguir oponiéndonos a su manera tan "particular" de ejercer
el gobierno y de entender la democracia.
Pero volviendo al
"Corto y Profundo" de Poleo, lo que me parece inaceptable, lo que me
parece desconsiderado para con todos, lo que me parece particularmente
ofensivo es que en el mismo afirme lo siguiente: "... la Venezuela de
Chávez no produce mas que delincuentes". Después de mas de 12 años
haciendo oposición al gobierno de Hugo, creo haberme ganado el derecho a
protestar por una afirmación tan ofensiva y grosera.
Esa
generalización la rechazo, porque en esta Venezuela de Chávez también se
están produciendo excelentes seres humanos, en esta Venezuela de Chávez
también hay un sinnúmero de hombres y mujeres que se empeñan en
construir una sociedad mejor y trabajan a brazo partido, a pesar de
todos los obstáculos que impone un gobierno empeñado en hacer suya una
visión inviable y fracasada de pensamiento político.
En
esta Venezuela de Chávez ha nacido una generación de venezolanos que no
son "delincuentes" como pretende el señor Poleo, sino que por el
contrario, han tenido que afrontar la necesidad de estudiar, prepararse y
construir su futuro con enorme esfuerzo. Y aún dentro de quienes siguen
al errado modo de pensar de Esteban, hay una enorme y cuantiosa
cantidad de venezolanos que no son "delincuentes" sino hombres honrados
que merecen respeto.
No es Venezuela la que produce
"delincuentes" como erradamente parece pensarlo el señor Poleo desde la
comodidad de su sillón mayamero.
El desatino de tal generalización, me hizo recordar aquel viejo
chiste del hombre que viajaba en un avión y para tratar de sacar
conversación al vecino le preguntó de donde venía, respondiendo éste que
venía de Cabimas. Ante la respuesta, el viajero, de manera totalmente
imprudente, expresó: "Cabimas es un pueblo horrible. Ahí solo hay
prostitutas y peloteros" y luego preguntó nuevamente: ¿y que hacías tu
en Cabimas? a lo que el otro respondió: "yo soy de Cabimas y estaba
visitando a mi mamá, que es de allá y vive allá" por lo que dándose
cuenta del error cometido y para tratar de enmendar la metida de pata,
el primero, rapidamente retrucó: "cónchale vale, y dime ¿que posición
juega la vieja?".
Lo malo es que Poleo no nos deja
posibilidad alguna, no nos da opciones, no nos permite salirnos de su
condena, no podemos ser peloteros o cualquier otra cosa. Según su
particular visión, solo podemos ser delincuentes. ¿Será el sol de Miami
que lo afectó?
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